Muchas cosas en el mundo resultan incomprensibles. Entre ellas, el voto femenino por Donald Trump. ¿Cómo es posible que el 42% de las mujeres votantes en Estados Unidos hayan votado por un hombre que las insulta y las humilla? La respuesta está, tal vez, en la poderosa fuerza de la inercia. Las mujeres que votaron por Trump votan generalmente por el partido republicano. En la pasada elección, de 2012, el 44% de las mujeres votaron por Mitt Romney. Eso implica que, más allá de lo que sucede en las campañas o de las características de los candidatos, millones de ciudadanas acuden a las urnas para votar por el partido por el que siempre han votado. Lo demás no importa.
Claro que las diferencias entre Mitt Romney y Donald Trump son abismales. Tan grandes, que Mitt Romney declaró antes de la elección que Donald Trump «era una fraude.» Pero eso no les interesó a las votantes. Tampoco importó que el ahora candidato triunfante haya declarado que las mujeres son, si no están de acuerdo con él, «unas cerdas» y «unas perras». Donald Trump tenía en las boletas el escudo del Partido Republicano, y eso fue suficiente.
Algunos sostienen, basados en encuestas, que si el candidato demócrata hubiera sido Bernie Sanders, el resultado de la elección hubiera favorecido a los demócratas. ¿Por qué? Porque Sanders es, antes que un ardiente socialdemócrata, un hombre blanco. Y los electores los prefieren blancos. Barack Obama fue una excepción, porque era un candidato que arrastraba multitudes. Pero su gestión terminó por empachar a conservadores y racistas. El próximo presidente debería ser, ante todo, un político blanco. Los ciudadanos blancos representan el 69% del total de votantes, y de ellos el 58% votó por Trump y el 37% por Clinton. Un candidato blanco como Bernie Sanders hubiera vapuleado a Donald Trump en las urnas.
Otro dato para abonar el desencanto: de las mujeres blancas que emitieron sus votos, el 53% votó por Trump y el 43% por Hillary.
Al poner al descubierto estas cifras, los votantes en Estados Unidos no quedan muy bien parados.