Como era de esperarse, en estas fechas de fin de año las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos se encuentran en un grado óptimo de cordialidad. La navidad toca ya sus campanas, y no hay país o región que sea indiferente a sus llamados. Además, en su reciente visita a Washington el presidente López Obrador tuvo un encuentro muy amistoso con su homólogo Joe Biden, y ambos mandatarios acordaron mantener un contacto permanente para tratar cualquier tema.
Pues el tema surgió pocas horas después, y no es un tema muy festivo que digamos: se trata del tráfico de armas, un asunto que ha sembrado de violencia a la frontera de ambos países, y que ha sido una de las causas fundamentales de que en México se hayan registrado más de 36 500 homicidios en 2020. Eso representa una tasa de 29 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional,
Pues bien, antes de la navidad, México llevará su reclamo por el tráfico ilegal de armas al Consejo de Seguridad de la ONU, organismo que el País preside durante este mes. Mañana, el Canciller Marcelo Ebrard encabezará un debate abierto llamado «El impacto del desvío y tráfico de armas para la paz y la seguridad», que se realizará en la sede del Consejo en Nueva York, en las Naciones Unidas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores sostuvo en un comunicado que «El objetivo de México durante la referida sesión será llamar a los países miembros, permanentes y no permanentes, a fortalecer la cooperación y la acción conjunta para prevenir y contrarrestar las prácticas ilegales en el mercado de armas pequeñas y ligeras».
El pasado mes de agosto, el Gobierno de México presentó una demanda civil en Estados Unidos en contra de los fabricantes de armas, a quienes acusa de facilitar el tráfico ilegal de sus productos a México. Porque las armas, al llegar a su destino final, son usadas por la delincuencia.
Las empresas tienen un plazo que vence mañana para presentar su respuesta a la demanda, de acuerdo con el calendario acordado por las partes.
«Se anticipa que, como sucede en los litigios civiles en cortes estadounidenses, las empresas argumenten diversas defensas jurídicas para intentar detener el litigio, como cuestionar si el Gobierno de México puede demandar en Estados Unidos, señalar que la legislación estadounidense les otorga inmunidad en contra de demandas civiles por daños, y responsabilizar al Gobierno de México por los daños descritos en el litigio», adelantó la Cancillería.
No es un asunto menor. Parece un litigio entre empresas estadounidenses y el Gobierno mexicano; pero detrás de esa confrontación hay un enorme caudal de violencia y, sobre todo, muchas vidas que pueden salvarse