La pobreza es un mal que plantea problemas a todos los niveles de la vida. Pero sobre todo en la salud. Por eso en África, el continente donde la pobreza pone sus condiciones en todos los países, el Coronavirus se ha estudiado desde muchos ángulos para determinar cuáles son las mejores estrategias para proteger a la población.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud encontró que el 65 por ciento de los africanos se habían contagiado de Covid hacia el tercer trimestre de 2021, lo cual representa una tasa más alta que en muchas partes del mundo. Solo el 4 por ciento de los africanos habían sido vacunados cuando se recopilaron estos datos.
Lo que no está claro es el porqué el virus en África provoca menos fallecimientos.
Algunas teorías se han centrado en la relativa juventud de los africanos. Su edad media es de 19 años, en comparación con los 43 años que se promedian en Europa y los 38 registrados en Estados Unidos. En África subsahariana, casi dos tercios de la población tiene menos de 25 años y solo el 3 por ciento tiene 65 años o más. Otras teorías sostienen que las altas temperaturas representan un cierto escudo contra el virus, ya que no las resiste.
Desde que la Covid arrasó el sur y el sudeste de Asia el año pasado, se ha vuelto más difícil aceptar estas teorías. Después de todo, la población de la India también es joven (con una edad promedio de 28 años) y las temperaturas en el país también son relativamente altas. Pero los investigadores descubrieron que la variante delta causó millones de muertes en India, muchas más de las 400.000 reportadas oficialmente.
La mayoría de los rastreadores globales de Covid no registran casos en Sierra Leona, porque las pruebas del virus son casi inexistentes. Sin pruebas, no hay casos para reportar. Un proyecto de investigación de la Universidad de Njala en Sierra Leona descubrió que el 78 por ciento de las personas tienen anticuerpos para este coronavirus. Sin embargo, Sierra Leona solo ha reportado 125 muertes por Covid desde el comienzo de la pandemia.
Lawrence Mwananyanda, epidemiólogo de la Universidad de Boston y asesor especial del presidente de Zambia, dijo que no tenía dudas de que el impacto en Zambia había sido tan severo como en Sudáfrica, pero las muertes simplemente no fueron contabilizadas porque el país cuenta con un sistema de registro mucho más deficiente. Zambia, una nación de más de 18 millones de habitantes, solo ha reportado 4000 muertes por COVID-19.
John Johnson, asesor de vacunación de Médicos Sin Fronteras, dijo que inmunizar al 70 por ciento de los africanos tenía sentido hace un año cuando parecía que las vacunas podrían proporcionar inmunidad a largo plazo y finalizar la transmisión de COVID-19. Pero como se ha determinado que la protección disminuye, la inmunidad colectiva ya no parece factible. Entonces, una estrategia de inmunización que se centre en proteger a los más vulnerables podría ser un mejor uso de los recursos en un lugar como Sierra Leona.
“¿Esto es lo más importante en países donde hay problemas mucho mayores de malaria, poliomielitis, sarampión, cólera, meningitis o desnutrición? -pregunta Johnson-: ¿De verdad en estos países queremos gastar los recursos en eso?”,
Otros expertos advirtieron que el virus sigue siendo un enemigo impredecible y que reducir los esfuerzos para vacunar a los africanos subsaharianos aún podría provocar una tragedia.
“No podemos ser complacientes y asumir que África no puede seguir el camino de la India”, dijo Prabhat Jha, quien dirige el Centro de Investigación de Salud Global en Toronto y que está liderando el trabajo para analizar las causas de muerte en Sierra Leona.
(Con información de The New York Times)