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Sin avances

Bill Gates (en la fotografía) es uno de los pocos hombres más ricos del mundo que se preocupan por la pobreza, la desigualdad social y el desarrollo de los países pobres. Por eso llama la atención la última declaración que hizo sobre los avances del mundo después del año 2015, cuando las Naciones Unidas se fijaron 17 objetivos de desarrollo sostenible para “acabar con la pobreza, combatir la desigualdad y detener el cambio climático para 2030”. Cada año, desde 2017, la Fundación Gates publica un informe de seguimiento del progreso a partir de ciertos indicadores: pobreza, malnutrición, mortalidad materna y otros 15 más.

“Siete años después, el mundo no está encaminado a alcanzar prácticamente ninguno de estos objetivos”, sostienen Gates y su exmujer y cofundadora de la fundación, Melinda French Gates, en la introducción al último informe. En relación con la pobreza, el objetivo era erradicar la pobreza extrema y, desde 2015, el porcentaje del mundo que vive con menos de 1.90 dólares al día solo ha bajado al ocho por ciento desde un poco más del 10 por ciento; en lo que atañe a la malnutrición, la prevalencia del retraso en el crecimiento en los menores de cinco años se mantiene por encima del 20 por ciento; y la mortalidad materna es casi el doble de alta respecto al objetivo establecido en 2015. “En la situación actual, necesitaríamos acelerar cinco veces el ritmo del progreso para lograr la mayor parte de nuestros objetivos; incluso puede no ser suficiente, ya que algunas de las proyecciones aún no toman en consideración el impacto de la pandemia, sin hablar de la guerra en Ucrania o la crisis alimentaria que ha tenido lugar en África”, dice la introducción.

Lo que urge, viendo esa perspectiva, es unir los esfuerzos de las naciones más ricas y los círculos con mayor poder económico para incrementar la fuerza del progreso y distribuir sus frutos entre los que más lo necesitan.

Pero hay que recordar que los países más ricos no buscan la redistribución de sus ganancias, y que no todos hombres más ricos del mundo tienen la mentalidad de Bill Gates.

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