El poder negro se hace cada vez más presente entre los líderes de Estados Unidos en estos días. Primero fue Wes Moore, quien resultó ser el gobernador electo de Maryland. Y ayer los demócratas de la Cámara de Diputados eligieron a Hakeem Jeffries (en la fotografía) para ser el primer estadounidense negro en encabezar uno de los dos partidos políticos más importantes en el Congreso de EU.
Jeffries es un neoyorquino de 52 años, quien prometió “hacer las cosas” en el nuevo Congreso, incluso después de perder el control de la cámara frente a los republicanos. Entra en sustitución de Nancy Pelosi, quien encabezó a los Demócratas en el Congreso desde 2003.
Se trata del primer estadounidense negro en encabezar uno de los dos partidos políticos más importantes en el Congreso, en un momento en el que los demócratas dan la bienvenida a una nueva generación.
Nacido en el vecindario Crown Heights de Brooklyn, Jeffries representa a una de las comunidades negras urbanas con más historia del país.
El ahora congresista proviene de una familia descendiente de esclavos, y alcanzó la mayoría de edad en la década de 1990 en el centro de Brooklyn, que era un hervidero de activismo negro y una notable producción cultural, pero también el ombligo de una ciudad infestada de crimen y disturbios.
En su corta carrera, Jeffries ha participado en la lucha institucional por la defensa de los derechos humanos. En Albany, se asoció con Eric Adams, el ahora Alcalde de la Ciudad de Nueva York, para prohibir que el Departamento de Policía mantuviera una base de datos con los hombres que sus agentes habían detenido.
En Washington, ayudó a redactar lo que se convirtió en la Ley del Primer Paso, una revisión federal bipartidista de sentencias en favor de los reos con enfermedades terminales, y redactó un proyecto de ley aprobado por la Cámara que prohibiría el uso de estrangulamientos por parte de la Policía.
Es, sin duda alguna, un defensor radical de los derechos humanos.