Cecil, el león más famoso de Zimbabwe, murió a principios del mes de julio. Lo mató la flecha de un dentista de Estados Unidos llamado Walter James Palmer, quien se jacta de poder ensartar una carta con sus flechas a una distancia de 90 metros.
Cecil no murió de inmediato. Se perdió herido en las afueras del parque nacional de Hwange, y su agonía duró aproximadamente 40 horas. El dentista pagó por la muerte del león una cantidad de 55 mil dólares, y Cecil fue hallado desollado y decapitado para cobrar el rescate.
Ahora la reacción no se ha hecho esperar. Cecil era famoso en su tierra natal, pero ahora es una figura publica de los noticieros de Estados Unidos. El comentarista Jimmy Kimmel lloró frente a las cámaras por su muerte.
Una organización llamada el Pueblo por un Trato Ético a los Animales (PETA) está pidiendo no solamente la extradición del dentista, sino también su condena y su muerte. El líder de la organización, Ingrid Newkirk, afirma que el dentista y su guía llevaron a Cecil atrayéndolo con comida fuera del parque, porque matarlo ahí adentro es una acción ilegal. Ahora, dice Newkirk, la única forma de conseguir justicia es con la cabeza del dentista.
Vale la pena recordar que Zimbabwe es una nación muy pobre, lastrada por la dictadura de Robert Mugabe, y que su Índice de Desarrollo Humano fue el más bajo del mundo en 2010. Cecil era uno de sus escasos motivos de orgullo.
Mientras tanto, en Minneapolis, Walter Palmer tiene una clínica con un lema que dice «Una Gran sonrisa lo dice todo»