Esta noche el telón del Dolby Theater se vestirá de verde, blanco y rojo. México estará dignamente representado por Alejandro González Iñárritu, cuya película -The Revenant- es la mayor aspirante a ganar los tres principales óscares de la Academia de Hollywood, entre los 12 a los que aspira.
Todos los medios del espectáculo coinciden en que el actor principal de la película, Leonardo Di Caprio, será el ganador -después de 4 intentos- y se llevará a su casa la codiciada estatuilla como Mejor Actor por su actuación en The Revenant. Todos los medios, también, coinciden en que Emmanuel Luvezky se llevará también el Óscar -por tercera vez en su carrera- por su participación en la fotografía de la película. Pero no todos los medios coinciden en que The Revenant sería la Mejor Película del Año, ni que su director se llevará el Óscar a su casa.
Si Alejandro González Iñárritu gana el Óscar como Mejor Director. habrá hecho historia. Sería el único director que ha ganado dos óscares consecutivos en las últimas décadas, También lo hicieron Joseph Mankiewics hace 66 años, y John Ford en el lejano 1941.
Pero hay otro tema importante en la ceremonia. Se trata de un evento que ha sido criticado y que algunos quieren boicotear por su inclinación hacia los blancos y su exclusión de las minorías. Es un movimiento que ha sido encabezado, entre otros, por Willy Smith y su esposa. De manera que si González Iñárritu en su carácter de mexicano logra la hazaña de llevarse los tres óscares más importantes de la noche, la Academia de Hollywood habrá demostrado su apertura hacia otra minoría marginada durante muchos años: los latinos y, en particular, los mexicanos.
Será otro berrinche para Donald Trump.