El joven Shaka Senghor era un traficante de drogas en Detroit. Eso lo aprendemos a través de su libro autobiográfico titulado «Escribiendo mis errores», donde relata las miserias de su infancia, su casa en ruinas, la drogadicción, el abandono social, la falta de esperanza y el asesinato que cometió a los 19 años.
Lo extraordinario de su historia es que es un hombre rehabilitado. Y no solo eso. Su libro se ha convertido en bestseller, fue entrevistado por Oprah Winfried, y su conferencia en TED ha recibido millones de visitas.
Shaka dedica ahora su vida a la transformación del sistema carcelario. A su juicio, no fue diseñado para la rehabilitación de los presos. Por eso una buena parte de su libro trata de la atmósfera tóxica de las mazmorras, y del esfuerzo que la sociedad debe hacer para darles una segunda oportunidad a los que ahí han caído.
En Estados Unidos hay 2 millones de presos en las cárceles, de los cuales la mayoría son negros. Y existen 650,000 que son liberados cada año, de los cuales las tres cuartas partes reinciden en los próximos 5 años.