Muy lejos estamos de aquel año de 1989 cuando en las elecciones de julio triunfó el primer gobernador de la oposición en México. Fue en el estado de Baja California donde el PAN, con Ernesto Ruffo Appel como su candidato, terminó con la hegemonía electoral priísta de muchísimos años. Así comenzó entonces, hace 27 años, la deseada alternancia democrática que cristalizó en el año 2000 con el triunfo del candidato presidencial Vicente Fox, y en estas elecciones de 2016 con el triunfo de la oposición al PRI en los ejecutivos de siete de los doce estados en disputa.
De los resultados destaca el triunfo de la oposición en tres entidades federativas consideradas hasta hoy bastiones priístas: Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz. Sin embargo, el triunfo opositor en ellas presenta características muy diferentes de aquellas elecciones en las que ganó Ruffo. La primera de ellas es que, tanto en Quintara Roo como en Veracruz, el PAN ganó aliado a una fuerza opositora que representa el extremo ideológico opuesto de Acción Nacional: el PRD. Este partido obtuvo en Durango, también en alianza con el PAN, otro triunfo notable tras el descalabro de las elecciones intermedias el año pasado en la Ciudad de México.
Otra diferencia importante es que los candidatos vencedores del PAN en ambas entidades, eran antiguos militantes del PRI. Miguel Angel Yunes lo fue hasta el año 2004, cuando se fue de ese partido junto con la líder magisterial Elba Esther Gordillo, y Carlos Manuel Joaquín González, que salió por la puerta trasera del partido hace muy pocos meses, cuando el tricolor propuso a Mauricio Góngora como su candidato. Ernesto Ruffo, el pionero de todo esto, militó toda su vida en el PAN, partido al que se afilió cinco años antes de alcanzar el gobierno de Baja California.
El análisis de otros datos importantes -como la composición del legislativo en Veracruz y Quinta Roo, así como los resultados de las presidencias municipales en esta última entidad-, permitirán conocer más a fondo las causas por las que el PRI perdió el ejecutivo por primera vez tras 86 años de gobierno. Baste anotar que el PAN sólo obtuvo el triunfo en tres de los 11 municipios en juego: Cozumel, Othón P. Blanco (Chetumal) y Solidaridad (Playa del Carmen); mientras que el triunfo del PRI en los restantes 8 ayuntamientos fue en algunos casos contundente -como en Benito Juárez (Cancún) con 80,023 votos contra 49,116 del candidato panista- y en otros apretado como Isla Mujeres con 4,930 votos contra 4,536 del PAN.
Ya no existen los bastiones. Ya nadie la tiene fácil. Ahora los candidatos tienen que ganar con sus propuestas el voto de los ciudadanos.