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Un día sin mujeres

¿Se acuerdan de la película llamada «Un día sin mexicanos»? Pues siguiendo ese fino hilo, varios grupos de mujeres en Estados Unidos han decretado como mecanismo de protesta «Un día sin mujeres», que es la secuencia de la protesta masiva de mujeres que se llevó a cabo en Washington y otras ciudades de Estados Unidos un día después de la toma de posesión de Donald Trump.

Se trata de una protesta silenciosa, en la que las mujeres simplemente no están donde deberían estar. Y el resultado es el caos.

En la Corte Municipal de Providence, en el histórico sitio de Rhode Island, las mujeres que laboran como conserjes o amas de llaves no acudieron al trabajo, y el edificio no pudo abrir. Una administradora, en solidaridad, tampoco llegó. Los jueces se quedaron esperando la apertura del recinto, y al final tuvieron el día libre.

En el centro de Lafayette, Indiana, docenas de manifestantes se reunieron para protestar contra lo que llamaron «ataques sistémicos contra los derechos de las mujeres», y corearon frases diciendo al presidente Trump que los ciudadanos debían estar considerados encima de sus ganancias. La principal cafetería de la ciudad, impulsada por las meseras del local, cerró sus puertas en solidaridad con las manifestantes.

Otras marchas cerraron los accesos a la Casa Blanca en Washington al filo de la mañana, y en Manhattan las bodegas y almacenes cuyas dependientas son árabes cerraron sus puertas contra las medidas xenófobas del presidente.

No todas las mujeres se muestran solidarias con el día sin mujeres. Mientras que en el condado del Prince George de Maryland muchas guarderías cerraron y cerca de 1,700 maestras pidieron el día libre, muchas madres de familia protestaron porque no tienen donde dejar a sus hijos para acudir al trabajo. Para ellas el debate se reduce a las mujeres que quieren trabajar, y las que prefieren holgazanear.

Son pocos los países donde se respetan cabalmente los derechos de las mujeres. Las desigualdades en este terreno son enormes. En los países árabes y en la India -para citar dos ejemplos arquetípicos- las mujeres siguen siendo tratadas como esclavas de los hombres. Pero en China, donde hubo una verdadera revolución cultural en las empresas capitalistas, las mujeres ahora son mayoría en los puestos ejecutivos. Parece mentira, pero hay más mujeres empresarias en China que en Estados Unidos.

Para las naciones atrasadas y las familias tradicionales, un día sin mujeres sería una catástrofe. Y para los países más igualitarios en materia de géneros, también.

(Información de The New York Times)

 

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