México es el primer lugar mundial en obesidad infantil. El 30% de los niños mexicanos tiene un sobrepeso, y de esa manera se encuentran inscritos en las probabilidades más altas de contraer las enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Por eso es relevante la estrategia desarrollada por los médicos del Hospital Infantil «Federico Gómez» para reducir la obesidad de los infantes, que permite distinguir si el hambre es una necesidad física o si proviene de situaciones emocionales.
María José Adame, la sicóloga de la clínica de obesidad del hospital, presentó recientemente una aplicación que explica a los niños la asociación que existe entre el hambre y los sentimientos negativos como la ansiedad y el enojo, Si se trata de esto último, a base de ejercicios los niños aprenden a controlar sus emociones y a ponerse como metas el bajar de peso. En la primera fase los niños se ponen como meta hacer ejercicio durante 20 minutos tres veces por semana, y posteriormente logran un promedio de 300 minutos a la semana.
El programa ha sido un éxito, ya que el 90% de los niños inscritos lograron bajar de peso. Uno de los pacientes del hospital, un niño de 12 años de edad llamado Santiago, dijo que había logrado bajar de 57 kilos a 47, y que así «se sentía mejor y ya no se enfermaba.»
Es un primer paso. México tiene que perder ese bochornoso primer lugar mundial en la obesidad de los niños.
(Información de la Secretaría de Salud)