Las aves poseen ese don que las personas sólo viven en sueños: poder volar. El punto de vista de las aves desde las alturas es siempre envidiable.
En marzo del 2002 el gobierno del entonces DF y el Patronato del Bosque decidieron utilizar las rejas del Bosque de Chapultepec, sobre Reforma, como una galería, y desde entonces se ha exhibido en ese espacio una gran cantidad de fotos con un formato enorme. La exposición que inauguró la conocida como “Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec» se llamó “La tierra vista desde el cielo” e incluyó una gran cantidad de imágenes de todo el mundo tomadas por Yann Arthus, de las que todavía es posible recordar algunas. De México, por ejemplo, los techos multicolores de los tianguis; de Estados Unidos, un inmenso campo con pacas de algodón al centro de las cuales se encuentra recostado un negro; del desierto, una larga fila de sombras de camellos caminando.
El invento de los drones, esa especie de pequeños helicópteros con cámara que zumban apenas unos metros arriba de las marchas en Reforma, ha revolucionado el arte de la fotografía. Han pasado sólo 16 años y ahora podemos observar la realidad como si fuéramos pájaros: desde arriba.
Santiago Arau es un joven mexicano que ha dominado la técnica de la fotografía aérea y ha logrado producir una obra que puede ser disfrutada en Instagram. Actualmente lleva a cabo un proyecto en el que retrata la Ciudad de México desde muy diferentes perspectivas: pasó por el sismo del 19 de septiembre del año pasado, hasta las multitudes que reunió López Obrador en el Estadio Azteca y en el Zócalo. Se ha subido a la cima del Iztaccihuatl y ha retratado el cráter del Popocatépetl, obteniendo imágenes increíbles e impactantes. También ha fotografiado el ahora tan de moda nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México (NAICM) mostrando una máquina pesada hundiéndose en el fangoso suelo del que fuera un lago.
El trabajo de Santiago Arau Pontones va más allá de la técnica empleada al servicio de fotografías llamativas, para ingresar a un arte en el que México ha sido generoso. Su fotografía nos permite pensar que no estamos soñando y que podemos volar.