En el Reino Unido, el nombre de Beeban Kidron está más asociado a la cinematografía que a la defensa de los niños. Como cineasta, Kidron obtuvo cierta fama por la grabación de una de las secuencias de la película El diario de Bridget Jones, protagonizada por Renée Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant, así como por la cinta llamada Gente Usada, con Shirley McLaine y Marcello Mastroianni.

Desde que era una niña, debido a las operaciones que Kidron sufrió por tener el paladar hundido, en su aislamiento desarrolló una habilidad especial para observar en el mundo las relaciones de poder entre los niños: quién manda, quién sigue instrucciones, quién plantea las estrategias a futuro. Y esa habilidad le permitió analizar el campo de los niños metidos en el Internet.

En 2012, y siendo una plebeya en el lenguaje anquilosado y feudal de los ingleses, el Parlamento la admitió en la Cámara Baja y le dio el título de Baronesa. Por eso suena extraño que una diputada, siendo aristócrata además, fustigue a las redes sociales y redacte normas en el Parlamento para proteger a los niños de las redes que les tienden las grandes empresas, como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

En el Reino Unido, por el impulso de Kidrom, el Estado adoptó una legislación que impide que las empresas obtengan el paradero de los niños, y les quita la trampa de obtener cada vez más likes (me gusta) para que sigan atentos a sus páginas. Además, les impone a las grandes firmas la protección de los datos personales de los infantes.

Facebook reaccionó diciendo que no predijo que sus clientes fueran menores de edad, y que no puede hacer nada al respecto. Pero ahora está obligada a cumplir la ley, aunque ese capítulo no lo tuviera previsto.