En apenas un semestre de su gestión como presidente de Ukrania, Volodymyr Zelensky ha aprendido las lecciones básicas de la política. «Yo ya no confío en nadie», declaró en una entrevista colectiva a la revista TIME, Le Monde de Francia, Der Spiegel de Alemania y la Gazeta Wyborcza de Polonia, de cara a la reunión que tendrán los líderes de las naciones involucradas en la guerra entre Rusia y Ucrania el próximo 9 de diciembre. Por vez primera, el presidente de Rusia Vladimir Putin asistirá a la reunión.
Con un estilo coloquial y desparpajado, Zelensky dijo que «la experiencia demuestra que estas reuniones se prolongan por horas. A veces las discusiones giran en círculos, con los argumentos repitiéndose indefinidamente.» Parece que el presidente de Ukrania está exasperado por la falta de avances en un conflicto que le quitó a su país una considerable parte del territorio, y que dejó una estela de más de 13 mil muertos.
Pero hay más elementos a considerar. Desde la detonación del posible juicio político al presidente Trump, Zelensky ha jugado un papel fundamental en el asunto, tal vez inconscientemente. Con una llamada telefónica pidiéndole ayuda para ensuciar la imagen de Joe Biden -posible candidato presidencial demócrata- Trump amarró un lazo al cuello de Zelensky, y ahora su destino está ligado a las investigaciones del Capitolio.
Con razón ha dicho Zelensky que ya no confía en nadie.
(Información de TIME magazine)