Si existe un fenómeno global en la historia moderna del mundo, que se ha extendido por todos los rincones de la Tierra, es la pandemia del coronavirus. Más que la expansión de la cultura occidental, más que las actividades de las empresas trasnacionales, más que la introducción de las nuevas tecnologías de la información, el coronavirus ha saltado todas las fronteras y ha infectado poblaciones enormes en las ciudades y núcleos dispersos en los lugares apartados.
En el oleaje de la epidemia, existen naciones que han sabido enfrentar el virus de una manera más exitosa que otras, y en la carrera del virus han salido los antiguos países infectados y se han metido algunos nuevos. El virus se ha desplazado, en términos continentales, de Europa hacia América. Estados Unidos sigue llevando la delantera por mucho, con más de 2 millones de infectados y más de 116 mil fallecimientos; pero ha ingresado países que hasta hace días no habían sido tocados por la pandemia. Entre ellos está Brasil, que ahora cuenta con más de 800 mil casos y más de 41 mil muertos; y Rusia, que había permanecido al margen de la epidemia y que ahora cuenta con más de medio millón de afectados y tiene más de 6 mil fallecidos. Las naciones que hasta hace poco tiempo eran punteras, como Italia y España, han logrado contener la epidemia y mantener las cifras epidemiológicas relativamente bajas.
Algunas naciones han logrado domar la pandemia en condiciones adversas. En Taiwán, que está justamente enfrente de la región donde el virus brotó y empezó a impulsarse en círculos concéntricos, se han presentado solo 443 casos y 7 fallecimientos; Singapur, que se encuentra en la zona que fue afectada por el virus del SARS hace algunos años, tiene actualmente poco más de 38 mil casos y 25 muertes; Australia, un territorio inmenso pero con poca densidad demográfica, tiene más de 7 mil casos y solo 102 muertos.
El tamaño del territorio de las naciones y el número de sus pobladores tienen una influencia muy importante en la contención del virus, pero el encierro de los enfermos, la distancia entre los individuos al salir a la calle y las medidas de protección que se han implementado juegan también un papel definitivo en el combate y el destierro del virus.