Durante muchos años, el término reacción se definió como un movimiento contrarrevolucionario, que agrupaba a todos los miembros de la sociedad que se oponían al cambio del sistema. Eran los blancos (en contraposición a los rojos), los defensores del status quo, los que daban la vida en contra de la revolución.

Ahora las cosas han cambiado, pero la reacción continúa teniendo los mismos métodos: se agrupan por colonias, definen sus tácticas en reuniones secretas, pintan las bardas cuando pueden, salen a la calle a manifestarse en grupos. El tema del día son las vacunas. Los miembros de la reacción contra las vacunas piensan que las vacunas contra el Covid no son eficaces ni seguras, las ven como una simple manera de ganar dinero para las compañías farmacéuticas y creen que con ellas los políticos corruptos les están arrebatando su libertad.

En algunos lugares de Europa, los gobiernos están endureciendo sus medidas para contener la propagación del virus. En el estado de Sajonia, en Alemania, las personas que no se han vacunado ya no pueden ir a restaurantes, ni al boliche, ni al cine o a la peluquería. A partir de la próxima semana, también se les prohibirá entrar a casi todas las tiendas. Y eso ha radicalizado la decisión de algunos miembros antivacunas.

“No van a doblegarme”, dijo un hombre de 40 años, quien es el propietario de un bar en el pueblo de Annaberg-Buchholz, en la región de los Montes Metálicos del estado oriental de Sajonia, donde la tasa de vacunación es del 44 por ciento, la más baja de Alemania.

Pero no todos piensan así. En Francia, uno de los países que presentaron las cifras más grandes de infección (7.45 millones) y muertes por el Covid (119,000), la mayoría de la población y el gobierno no solo están siguiendo las normas contra el virus -la sana distancia-, sino convirtiéndose en guardianes de la vacunación. En julio, el presidente Emmanuel Macron anunció que se exigirían los pasaportes de vacunación para ingresar a todos los lugares públicos. A partir de ese momento la propagación del virus se detuvo notablemente.

Afortunadamente, la reacción está en retirada. Seguirá los pasos que en su momento siguieron todos los que se opusieron a las prácticas de la medicina porque, a su juicio, eran impulsadas por el diablo.