Bernie Sanders está de regreso. El septuagenario rival de Hillary, que muchos dicen que pudo haber noqueado a Donald Trump desde los primeros rounds del pasado proceso electoral, quiere volver al cuadrilátero con la firme intención de llegar a la Casa Blanca en 2020. Y tiene vuelo: a las tres horas de anunciar su candidatura, ya había recaudado un millón de pesos entre sus simpatizantes.
El regreso de Bernie Sanders es la reaparición de un conjunto de planteamientos políticos, económicos y sociales que se ubican en las antípodas de las arbitrariedades de Donald Trump. Las ideas de Sanders son, puestas en una pincelada, escuelas y hospitales gratuitos para toda la población, impuestos mayores para los ricos, control de las armas al interior del país, fronteras abiertas para los emigrantes, empleo para todos, inversión creciente en la política social, incremento salarial en todos los rubros de la economía, división de los grandes monopolios, lucha frontal al cambio climático. moratoria para la creación de plantas nucleares, acercamiento con los países socialdemócratas, como Dinamarca, Suecia, Finlandia y Canadá.
Desde su juventud, Bernie Sanders ha defendido la pluralidad cultural, racial y religiosas de Estados Unidos. Y lo ha hecho con vehemencia. En 1962, realizó un mitin en la Universidad de Chiocago para protestar por la división de negros y blancos en los departamentos de la universidad, y a partir de ese momento ha participado en las marchas más importantes contra la segregación y contra la guerra. En 1981 fue elegido por vez primera alcalde de Burlington en el estado de Vermont, y durante su gestión hizo una defensa feroz de la ribera del lago Champlain contra las empresas desarrolladoras, logrando mantenerla como un espacio natural para viviendas y áreas verdes. Después de ser reelegido tres veces como alcalde, la revista U.S. News & World Report lo nombró como uno de los mejores alcaldes en la historia de Estados Unidos.
La campaña por la presidencia ya empezó en Twitter. A los dos días de anunciar su candidatura, Donald Trump escribió uno de sus consabidas líneas: «el loco Bernie acaba de entrar a la carrera electoral. Le deseo lo mejor.» Y Bernie respondió: «Lo que es una locura es tener a un presidente que es racista, sexista, xenófobo y un fraude. Vamos a unir a la gente y no solo derrotar a Trump, sino transformar la vida económica y política de este país.»
En el bando demócrata las opiniones sobre la llegada de Bernie están divididas. Unos dicen que su tiempo ya pasó, porque al partido ha llegado un caudal de jóvenes variopintos con ideas igualmente radicales que las del vetusto líder, y que a su edad resulta un hombre mayor que el proio Donald Trump. Pero otros dicen que su tiempo es precisamente las elecciones del 2020, porque es un símbolo que puede unificar a las nuevas generaciones de los demócratas, y porque los yerros de Trump pueden ser su propia catapulta para que llegue a la Casa Blanca.
La suerte está echada.