Nuevamente, siguiendo la estela abierta por las movilizaciones de 1968, los ciudadanos llenaron las calles de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, por mencionar las marchas más importantes.
Si ayer fue el reclamo democrático por acabar con el régimen de un solo partido, hoy los ciudadanos marcharon para evitar que se recorte al Instituto Nacional Electoral y se mutile a la democracia.
El llamado fue para el presidente, pero también para los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. «Quieren desmembrar al INE, porque a la intolerancia le estorba una institución fuerte, autónoma, noble y capaz», dijo Beatriz Pagés, una de las oradoras de la marcha.
Ahora lo que viene es una de las batallas legales más importantes en la historia del país. Vendrán presentaciones de acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales a nivel de organismos e instituciones; pero también vendrán amparos, juicios de derechos electorales y hasta un recurso colectivo para denunciar -en paquete- los atropellos a los derechos de las y los mexicanos. Son millones de personas que están poniendo su esperanza y su confianza en los 11 miembros de la Suprema Corte.
Para ellos, es una prueba de fuego.