Las imágenes son impresionantes. Un ejército de 10,000 familias norteamericanas hicieron larguísimas filas en sus automóviles para conseguir alimentos ante el anuncio de una probable escasez. El lugar fue el enorme estacionamiento de la cadena Traders Village Flea Market en San Antonio, Texas.

El día del reparto fue el pasado jueves 9 de Abril.

Las familias no eran grupos de indigentes. Eran familias de clase media, dueños de casas y vehículos, que escucharon en las noticias que la cuarentena podía extenderse más allá de lo que dicen los boletines de la Casa Blanca. Y sin pensarlo dos veces, ante el anuncio del Banco de Alimentos de San Antonio de ofrecer comida en un amplio estacionamiento, se lanzaron para agarrar lo que pudieron. Había botellas de agua, latas de frijoles, sopas, pastas, todo tipo de alimentos enlatados.

La sorpresa fue el número de personas que acudieron ante el llamado por sus alimentos. El Banco hizo en primera instancia un cálculo de 6 mil familias, pero el espacio del estacionamiento fue rebasado por una multitud que casi duplica el número del llamado.

En esa ocasión no hubo problemas, pero las autoridades de la ciudad se alistan para enfrentar a las multitudes en caso de que la emergencia por la pandemia pueda llegar más allá de finales de Abril.

«Este tipo de filas ya las habíamos vivido antes -dijo un anciano que acompañó a sus nietos- sólo que eran tiempos de guerra.»