You are here
Home > Política > Nueva potencia

Nueva potencia

Antes de la caída del Muro de Berlín, nadie lo hubiera esperado. Ni después. En el tablero del ajedrez mundial, siempre se vió a China como una potencia en ascenso, ubicada solo por debajo de Estados Unidos en términos de generación de riqueza y Producto Interno Bruto, pero incapaz de tejer alianzas con su viejo rival llamado entonces la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Pero hoy en día ese tablero ha cambiado radicalmente. Dirigidas por dos líderes que comparten gustos y afinidades con las democracias occidentales -Xi Jing Ping y Vladimir Putin- China y Rusia se están preparando para hacer frente a cualquier otra potencia que se les ponga enfrente, ya sea la Unión Europea o los propios Estados Unidos.

La lógica señala que ambas potencias saldrán muy beneficiadas con el acercamiento. Por una parte, China consigue un aliado muy poderoso para enfrentar a Washington, que inició una guerra comercial imponiendo aranceles a productos chinos por 200 mil millones de dólares, y que prohibió el ingreso de la poderosa empresa china Wawuei al espacio y el terreno norteamericano. Y por otra parte, Rusia logra atraer inversiones chinas para una economía que se ha deteriorado en los últimos años, y que puede reactivarse con inyecciones de inversiones chinas. China es ya el mayor socio comercial de Rusia, con inversiones de más de 100 mil millones de dólares. En cambio, Estados Unidos tiene invertidos en el país de los zares poco más de 27 mil millones de dólares.

Un elemento fundamental de los acuerdos logrados por los presidentes de ambas naciones es el sorprendente destierro del dólar de las transacciones comerciales entre ambas potencias. En adelante, todo intercambio se realizará en yuanes y rublos, las monedas de China Y Rusia.

Ambos presidentes tienen afinidades notables. Ambos se presentan como demócratas que buscan liberar a sus sistemas políticos de las prácticas de  los viejos autoritarismos, tanto el de los zares como el de los partidos comunistas.

Xi y Putin parecen dos grandes amigos. Para sellar su amistad, el presidente de China le regaló a Putin y al pueblo ruso dos preciosos pandas, que son el símbolo viviente del antiguo país de las dinastías. Mientras los mandatarios los contemplaban en el zoológico de Moscú, un ejército de empresarios chinos que acompañó a su presidente se puso a tejer acuerdos con sus contrapartes rusas en materias de energía, defensa, alimentación y comercio electrónico.

Rusia y China son dos países distanciados por la historia, pero se han constituido en una nueva potencia.

Top