Los directores ejecutivos y jefes de las principales compañías digitales de Estados Unidos se han conocido desde hace tiempo, se frecuentan en reuniones sociales de alto nivel, han sido amigos y juegan golf juntos. Pero esa cercanía ya se acabó. En los últimos años, Mark Zuckerberg, el accionista mayor de Facebook, permitió que la información confidencial de más de 50 millones de usuarios de su empresa fuera recopilada por Cambridge Analytica, una empresa de elaboración de perfiles de votantes.
Facebook depende de los datos de sus usuarios para orientarlos con anuncios en línea y así ganar toneladas de dinero. Pero Tim Cook, Director General de Apple, le pidió en público recientemente a Zuckerberg que Facebook debía de dejar de recopilar esa información, Cook le dijo, en pocas palabras, que su negocio era insostenible.
Facebook se ha convertido en una maquinaria de espionaje que rastrea los gustos de sus usuarios. Apple se ha convertido en su fiscal.
El público debería saber si es vigilado por cualquier empresa.
Es la guerra. Se acabaron las reuniones sociales y los juegos de golf. Ahora viene una confrontación para ver quién juega más sucio.