Drácula, una de las novelas de terror más leídas, imitadas, aplaudidas y utilizadas como fuente de inspiración de todos sus seguidores, sigue trazando el curso de su escritura inagotable, como el personaje central que sobrevive chupando sorbos de sangre ajena y esparciendo el pánico entre los lectores y espectadores de los últimos siglos.
Como es bien sabido, la novela de Bram Stoker tuvo un tiraje muy corto que mantuvo a su autor en los márgenes de la pobreza mientras vivía, pero cuando el vampiro mayor llegó a las pantallas de Hollywood en 1931 -con la interpretación terrorífica de Bela Lugozzi como el Conde Drácula-, las imprentas de todo el mundo se pelearon por difundir masivamente los crímenes sangrientos del vampiro. En adelante la industria cinematográfica proyectó la historia en varias versiones, y la fama del vampiro creció con el cobijo de la Universal Studios, la dirección de Francis Ford Coppola, las serie de la BBC de Londres y la interpretación de Klaus Kinski.
No hay poder humano que destruya a los vampiros. Menos aún, el crecimiento de la novela. Misteriosamente, el manuscrito original de Bram Stoker se perdió y fue hallado en una troje al norte de Pennsylvania en 1980, y comprado por la empresa Microsoft para distribuirla entre sus clientes. Y ahora ha surgido otro añadido: un lejano sobrino y bisnieto de Bram Stoker, un escritor y cineasta canadiense llamado Dacre Stoker, va a publicar una especie de prólogo de la novela basado en las notas de apuntes del autor. Dacre afirma que su trabajo está basado en las 102 páginas que fueron extraidas del texto auténtico, y mantiene el formato original de la novela: es decir, con testimonios de personajes, cartas, notas periodísticas y retazos de información anónima. Dacre esboza en el texto la juventud del autor, su lejano pariente, que tuvo una infancia enfermiza y dolorosa, y que depositó los horrores de su inconciente en su novela.
Las empresas del ramo ya se frotan las manos. Antes de su aparición, el prefacio de Drácula ya ha sido comprado por la editorial Putnam de Estados Unidos, Transworld en el Reino Unido y Paramount para el cine. El director Andy Muschietti, que se destaca por sus adaptaciones de las obras de Stephen King en la pantalla, dijo que lleva mano en el asunto.