Julian Assange, el líder de Wikileaks que permanece enclaustrado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace cuatro años, ha sido confinado al apando. El apando es un pequeño reclusorio donde el prisionero permanece aislado del resto del mundo. A eso, precisamente, equivale el hecho de que las autoridades ecuatorianas le hayan cortado Internet.
Es sabido que Assange no comulga con la figura ni con las propuestas de Hillary Clinton, y las últimas revelaciones de WikiLeaks sobre las conferencias de la ex Secretaria de Estado para la firma bancaria Goldman Sachs no son benévolas hacia la candidata del Partido Demócrata.
Se dice que John Kerry presionó al gobierno ecuatoriano para dejar al líder de Wikileaks sin el acceso a Internet. Es como dejarlo sin comida. El gobierno ecuatoriano argumentó que por principio no se entromete en los procesos electorales de países extranjeros, y que por eso dejó a su protegido sin Internet. Por su parte, la oficina de John Kerry negó cualquier tipo de presión.
Pero el ataque hacia la candidata puntera debió haberle dolido, máxime cuando los demócratas están haciendo esfuerzos no solo para ganar la presidencia, sino también para arrebatarles a los republicanos el Senado.
Nadie sabe si Julian Assange dejará el apando.