Como en las novelas de ficción, los robots y la inteligencia artificial van desplazando a los hombres. Eso está muy bien en los trabajos mecanizados, donde los brazos metálicos de los robots van suplantando las actividades monótonas de las fábricas. En la actualidad, se emplean más de un millón y medio de robots en la producción de autos, lavadoras, equipos electrónicos, plásticos, acero y productos químicos. Y las naciones que están a la cabeza en el uso de robots son Corea del Sur, Japón y Singapur. Pero también en la lista están Alemania, Suecia, Estados Unidos, Taiwán y Bélgica.
Pero… ¿qué sucedería si la inteligencia artificial pudiera suplantar las actividades artísticas, como la pintura, la escultura y la literatura? ¿Si una inteligencia creada por el hombre pudiese producir obras semejantes a las de Picaso, Rembrand, Goya, Balzac, Shakespeare, Victor Hugo, Miguel Ángel o Rodin? ¿Podría una inteligencia artificial producir una escultura tan portentosa como La Piedad?
Pues parece que sí.
La famosa casa subastadora Christie´s acaba de anunciar la venta de un cuadro realizado por inteligencia artificial en la fuerte cantidad de $432,500 dólares. Se titula «Retrato de Edmond de Belamy», y cualquiera diría que es una obra de alguno de los grandes maestros. Pero no es así. Su creador es un algoritmo utilizado por tres jóvenes franceses veinteañeros reunidos en un colectivo llamado Obvious, que ha estado experimentando desde hace meses con las posibilidades de que la inteligencia artificial genere sus propias obras de arte. Muchos no le llaman arte a esas obras, porque carecen de la inspiración del pincel que se mueve sobre el lienzo desnudo. Se trata de un algoritmo que procesa cerca de 15,000 pinturas que fueron creadas por pintores europeos entre los siglos XIV y XIX, que descarta elementos y genera nuevos, y que es capaz de partir de las pinturas conocidas y no copiar una nueva, ni amalgamar elementos de ellas. La genialidad consiste en que crea una nueva obra. Al igual que los trabajos de la creatividad humana.
Y aquí habría que apuntar otra diferencia: la inteligencia artificial ha vendido ya varios cuadros. Van Gogh solo vendió uno.
(Información de Time Magazine)