Con la aparición de Diego Luna como el narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo en las pantallas chicas, Netflix presenta el origen de la plaga del narcotráfico en México, y el actor se abre las puertas de los medios en Estados Unidos para esclarecer el papel que ha jugado el vecino del norte en la tragedia de la violencia en México. De paso, también, para criticar las políticas de Donald Trump contra los migrantes.
«Es urgente detener la violencia en mi país -le dice el actor a la revista Time-. y para eso necesitamos mirar atrás. La década de los 80’s define buena parte de las relaciones entre México y Estados Unidos, y es importante entender los que ha sucedido en ambos lados de la frontera para poder salir de este desmadre.» La serie se centra en el asesinato de Enrique «Kiki» Camarena, un agente encubierto de la Drug Enforsment Agency (DEA) que delató la existencia de enormes plantíos de mariguana propiedad del narcotraficante Rafael Caro Quintero.
«El desarrollo posterior del narcotráfico ha estado vinculado a la migración hacia Estados Unidos-afirma Diego Luna-, y hemos vivido en una zona de guerra.» Y eso lo dijo sin saber que hace unos días el narcotráfico secuestró a decenas de migrantes centroamericanos en Veracruz.
En 1985, el año del asesinato de Camarena, el narcotráfico en México estaba muy lejos de ser lo que es en la actualidad. De acuerdo a la investigación de Guadalupe Correa-Cabrera de la Universidad de George Mason, uno de los grupos más importantes del narco en México -los Zetas-, ha diversificado estratégicamente sus actividades, y en la actualidad se dedica también al comercio ilegal del petróleo, el gas y la gasolina, y a través de empresas fantasmas que trafican con estos productos. Además, este grupo se dedica al contrabando, el secuestro y la piratería de música y de películas, y garantiza enormes ganancias para otras corporaciones internacionales, como las empresas petroleras, las fabricantes de armas y las instituciones financieras.
Todo esto lleva a una conclusión desesperanzadora: no podremos acabar con el narcotráfico en México si no contamos con el apoyo de Estados Unidos.
Aunque se legalicen todas las drogas.