Para hacer frente a los embotellamientos automovilísticos y recorrer de manera rápida varias distancias, muchos ciudadanos de la capital de la República decidieron comprarse una motocicleta. Vieron en ese vehículo muchas ventajas: son rápidas, ligeras, capaces de penetrar en espacios estrechos, fáciles de estacionar.
Sin embargo, al poco tiempo de inundar las calles, las motocicletas se han convertido en una plaga de muchas colonias. Especialmente, de Coyoacán. Los vecinos de ese barrio colonial se quejan de un escándalo que se escucha a todas horas, invasión de banquetas y espacios peatonales, carreras entre las bandas de motociclistas, violencia contra la población.
En una nueva estadística sobre el tema, resultó que en los últimos meses más de 10 ciudadanos son asaltados diariamente por sujetos que atacan y huyen en una motocicleta.
¿Y qué han hecho las autoridades para combatir este nuevo delito?
Nada, como casi siempre lo hacen.