En el trágico accidente del avión alemán que se estrelló en Los Alpes Franceses y donde perdieron la vida 150 personas, hay un detalle revelado en una grabación de la caja negra que abre nuevas incógnitas para los vuelos de todo el mundo: en dicha grabación se escucha que, mientras el piloto había salido de la cabina, el copiloto cierra por dentro la cabina y le impide el paso hasta que el avión se estrella.
Los agentes de investigación franceses lanzaron la hipótesis de que el copiloto estrelló el avión intencionalmente, y a partir de ese momento la prensa internacional empezó a rastrear a la vida y la familia del copiloto.
Su nombre es Andreas Lubitz -aparece en la foto junto al Golden Gate de San Francisco-, un homre de 28 años que tenía un departamento en Dusseldorf, pero que pasaba la mayor parte del tiempo con sus padres en el pequeño poblado de Montabaur. Para todos sus familiares y conocidos era un hombre tranquilo, que había aspirado a ser piloto desde niño, y ségún la agencia en la que trabajaba había pasado todos los examenes sicológicos de manera satisfactoria.
Pero el misterio sobre su proceder persiste, y ahora todos se preguntan qué tipo de exámenes se deben aplicar para poder detectar a tiempo a un suicida de manías colectivas.