Las arañas han sido vistas, sobre todo en series y películas de terror, como insectos peligrosos y temibles para los seres humanos. En algunas películas, las arañas se presentan como animales enormes, que destruyen todo a su paso y amenazan las vidas de niños y adultos. Sin embargo, en la realidad, la mayoría de las arañas son inofensivas. Se conocen más de 50.000 especies de arañas en el mundo y solo unas cuantas son dañinas para los humanos.
Algunas arañas pueden volar, otras puede respirar bajo el agua y otras más pueden producir una seda cinco veces más fuerte que el acero.
Las arañas son estrategas muy flexibles; es decir, son capaces de desarrollar nuevas estrategias para resolver problemas inéditos. Sí: las arañas estudian y aprenden.
En fechas recientes, más de 60 investigadores de todo el mundo recopilaron más de 5,300 noticias sobre mordeduras de araña, que fueron publicadas en internet entre 2010 y 2020, en 81 países y 40 idiomas. Leyeron todas las noticias, anotaron si alguna tenía hechos erróneos o un lenguaje con carga emocional. El porcentaje de artículos que calificaron de sensacionalistas fue de 43 por ciento; el porcentaje que contenía hechos erróneos fue del 47 por ciento.
La cobertura de las noticias que leyeron sobre las arañas difería mucho según el país; a mayor desarrollo científico, menor era el grado de sensacionalismo. Las noticias relacionadas con arañas en México resultaron casi totalmente sensacionalistas, mientras que las noticias sobre arañas en Finlandia fueron aprobadas en su totalidad por los aracnólogos.
En ocasiones, se pueden realizar paralelismos interesantes. Un científico de la información de la Universidad de Washington llamado Jevin West observó que hay paralelos en el modo en que se propaga la información de noticias sensacionalistas sobre las arañas y la difusión de desinformación sobre las elecciones estadounidenses de 2020.
La conclusión es interesante: el miedo es un elemento que puede jugar en campos muy diferentes.