Con una enorme cantidad de participantes, Escocia votó por permanecer en el Reino Unido. Aunque los separatistas estuvieron cerca de cumplir sus sueños, el 54% de los ciudadanos les dijo que NO era el momento. «Mejor ser cola del león que cabeza de ratón», dirían muchos, y en el fondo de esa frase yace el sentimiento que unificó a una gran potencia desde hace más de 300 años. Escocia fue un imperio que dominó con Inglaterra al mundo hasta finales del siglo XIX; luchó con ella furiosamente contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, y se resistió -con menos ganas- a formar parte de la Unión Europea en años recientes. Con su voto, los escoceses han revelado pensar que, si le va bien al Reino Unido, le irá bien a Escocia.
Para David Cameron la recuperación de Escocia es un respiro profundo. El Primer Ministro sudó la gota gorda cuando los separatistas empezaron a subir en las encuestas, y su propio cargo estaba en entredicho. Ahora abrazará a todos los escoceses que se encuentre con agradecimiento, y deberá cumplir sus promesas de fortalecer la autonomía del Parlamento, las finanzas públicas y las tradiciones de los hombres con falda.
Inglaterra y los bancos de la City de Londres también pueden dormir tranquilos. El petróleo del Mar del Norte, en territorio escocés, se quedará en el Reino Unido, y la libra esterlina no sufrirá los descalabros que se auguraban con la separación.
Los que no están contentos son los vascos, catalanes y quebequenses. Si bien Cataluña seguirá luchando por tener un referéndum igual al de Escocia el próximo mes de noviembre, no es lo mismo remar contra la corriente sin la certeza de que Escocia fue un territorio ganado para su causa.
El 97% de los empadronados con capacidad de votar han acudido a las urnas. En una nación de 4.2 millones de ciudadanos, las diferencias de edad son cruciales para definir el sentido de los votos.
Para saber si Escocia será una nación independiente a partir de marzo del 2016, basta señalar que los jóvenes se inclinan más por la independencia. Hay más de cien mil adolescentes de 16 y 17 años que ayudarán a definir el rumbo de la nación. La mayoría de adultos mayores, por su parte, votarán con el temor de la incertidumbre de no saber que le sucedería a su país si se separa de lo que fue un gran imperio. Hay más de 300 años de unión con el llamado Reino Unido.
Bueno, pues no todos los adultos mayores piensas así. Sean Connery, el legendario Agente 007, ha refrendado su convicción por el SI. Todos los que lo sigan compartirán su arrojo, y mañana por la mañana se sabrán los resultados.