Es muy extraño ver aparecer una obra criticada por su propio autor. Más extraño, aún, cuando la obra ha sido premiada por su originalidad y su calidad. Pero eso sucedió con «Caliphat», la galardonada serie de Netflix que, a juicio de la propia empresa, no cumplió con los altos niveles periodísticos que se requieren.
La serie, según se puso al descubierto, se basó en narraciones falsas de su protagonista, que dijo haber participado en ejecuciones del Estado Islámico y que ahora vive cómodamente en Canadá. Las autoridades de ese país lo investigaron y lo detuvieron cuando descubrieron que había exagerado o mentido en sus declaraciones. Dean Baquet, el editor ejecutivo del Times, dijo que la culpa recaía en todos los líderes de la sala de redacción, incluido él mismo.
Tal vez la moraleja de todo esto sea que la violencia y las atrocidades cometidas en muchas partes del mundo venden a cualquier precio, incluido el del descrédito y la detención de los propios autores.