Tal vez en México el nombre de John G. Rowland no suene familiar, pero en Estados Unidos es muy conocido. Se trata del gobernador de Connecticut que regresa a la cárcel por hábitos de corrupción.
Rowland ha cambiado mucho en las últimas décadas. A los 37 años de edad, fue el gobernador electo más joven en el estado, y una de las estrellas más brillantes del Partido Republicano.
Pero su fulgor político empezó a apagarse con sus años de gobierno. En 2003, fue acusado por no pagar las facturas de varios constructores, así como por fraude fiscal. En esa ocasión estuvo en la cárcel de Pennsylvania.
Y posteriormente reincidió. Recientemente fue acusado nuevamente por corrupción, pero también por obstrucción de justicia, retención de pagos y falsificación de documentos. Un juez le dictó sentencia de 30 meses en prisión y una multa de 35 mil dólares.
Efectivamente, el nombre de John G Rowland no significa nada en México. Pero su caso debería tomarse en cuenta como ejemplo de aplicación de justicia.