Por primera vez en la historia del país, los grupos indígenas cuentas con 13 diputados en el Congreso de la Unión. Es un logro insólito y tardío, porque durante dos siglos los grupos indígenas no tuvieron ni voz ni voto ni representante alguno en uno de los poderes de la unión que se ufana de representar a todos los sectores de la población.
Los grupos indígenas son 56 en México y hablan aproximadamente un centenar de lenguas. Entre esos grupos se encuentran, entre otros, los Tarahumaras, Yaquís y Seris en el norte del país; los Huicholes, Mazahuas, Otomíes, Purépechas, Mexicas en el centro, y Tlapanecos, Mixes, Mixtecos, Zapotecos y Mayas en el sur y sureste del país. El estado con mayor población indígena es Oaxaca -aunque gran parte de ella ha emigrado-, y el estado con la mayor parte de la población indígena viviendo en su territorio es Yucatán.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), más del 70% de los indígenas vive en condiciones de pobreza, lo que representa a 8.3 millones de habitantes. Y 3.2 millones de personas indígenas presentan tres o más carencias sociales fundamentales y no tienen la capacidad económica para adquirir la canasta básica, lo que los ubica en una situación de pobreza extrema.
Ahora esos millones de ciudadanos en condiciones de pobreza tienen la posibilidad de hablar por sí mismos y proponer soluciones para salir de la pobreza. Sus representantes están en el Congreso de la Unión. Son 6 diputados de Chiapas, 2 de Oaxaca, 2 de Yucatán y uno por cada estado de San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo y Guerrero. Trece diputados en total. 11 hombres y 2 mujeres.
Vamos a ver qué pueden hacer.