Tal vez la mayor sorpresa que ha dado Joe Biden desde que ganó la presidencia ha sido su decisión de traer de regreso a John Kerry a la arena internacional ambientalista. Kerry será el nuevo zar en la lucha contra el cambio climático, un tema que Donald Trump siempre desdeño y lo mostró al público como si fuera «un cuento chino». El regreso de Kerry es una bandera que Biden frota en el rostro de Donald Trump.

Kerry, de 76 años, es un antiguo colega que se desempeñó como Segundo Secretario de Estado de Obama, de 2013 a 2017. Kerry profundizó su interés en el cambio climático, y lo convirtió en un asunto central de su vida política. Actualmente dirige una organización sobre el tema, y su próximo cargo será fundamental para definir la política ambiental de Biden.

El trabajo de Kerry no requiere la confirmación del Senado. En una declaración emitida por la oficina de transición de Estados Unidos se dice que Kerry “luchará contra el cambio climático a tiempo completo como Enviado Presidencial Especial para el Clima y tendrá un lugar en el Consejo de Seguridad Nacional”.

El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París es inminente. Y con John Kerry en un asiento de las Naciones Unidos, por añadidura, el perdedor será una vez más Donald Trump.