La British Broadcasting Corporation (BBC) es uno de los medios de comunicación más famosos y reconocidos del mundo. Es una empresa pionera en términos de independencia, y ha defendido su autonomía con las uñas desde su nacimiento. Su planta de trabajadores es de un profesionalismo a toda prueba, la calidad de sus programas es la envidia de las televisoras de todo el mundo, y trasmite en 28 idiomas en los cinco continentes.
Y ahora la popular BBC se enfrenta a otro gigante. Buena parte del mundo conoce y maneja Facebook, una empresa que surgió del genio y la cochera de Mark Zuckerberg, y que cuenta con 1,860 millones de usuarios en el planeta. Uno de cada cuatro habitantes de la Tierra tiene su Facebook.
La manzana de la discordia parece un asunto menor, pero no lo es. Desde el año pasado, un periodista de la BBC llamado Angus Crawford empezó a investigar sobre imágenes sexuales y abuso de menores puestas en Facebook, y se fue adentrando en una red de pedofilia donde los interesados intercambiaban información a través de códigos secretos y grupos cerrados. Facebook se defendió, al igual que en muchos otros casos, alegando que la empresa no era responsable por las publicaciones de sus usuarios, y subrayando que existía un reglamento muy estricto sobre el carácter de las imágenes publicadas. Pero las investigaciones siguieron su curso, y un hombre fue acusado de pedofilia y sentenciado a 4 años de prisión.
Es un tema semejante a las acusaciones y demandas que ha sufrido Twitter, debido al uso indiscriminado de sus plataformas a manos de grupos terroristas que enviaron mensajes cifrados previos a determinados atentados.
El caso de Facebook se ha vuelto igualmente explosivo, porque este año la BBC denunció que un centenar de imágenes sobre abusos infantiles seguían visibles en la red, y que Facebook sólo había retirado 18 de ellas.
La respuesta de Facebook no tuvo límite: acusó a la BBC y a su periodista a la policía (al Centro de Protección contra el Abuso Infantil Online), por divulgar las imágenes sexuales extraídas de sus propias plataformas.