La respuesta del presidente López Obrador a la marcha que se llevó a cabo ayer en la Ciudad de México y en muchas otras ciudades de la República fue lamentable. Primero se centró en el número de participantes a la marcha, diciendo que eran aproximadamente 60 mil personas, y que con eso no alcanza para llenar el Zócalo capitalino, que se llena con 125 mil personas. Como si los argumentos quedasen al margen, y lo importante fuese el número de acarreados.
Después hizo un repaso de varios personajes supuestamente indeseables que participaron en la marcha (Claudio X González, Vicente Fox, Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo, entre otros) y finalizó diciendo que este tipo de ejercicios son muy importantes, porque así los políticos se quitan sus máscaras, y aparecen representando sus verdaderos intereses.
Sobre el tema de la defensa del INE y la desaparición de los organismos estatales para organizar las elecciones, dijo que es una excusa para atacarlo.
Eso fue todo. No fue la respuesta que esperaban los que participaron en la marcha.
Tampoco es una respuesta digna para el pueblo de México.