Como un primer paso para lograr una difícil reconciliación nacional, el gobierno de Venezuela puso en libertad a 80 presos políticos que se encontraban en prisión después de los enfrentamientos que tuvieron lugar a lo largo de los últimos años. Entre ellos se encuentran dos partidarios de  Henrique Capriles, el principal líder opositor de Venezuela.

Los hermanos Francisco José y Alejandro Sánchez fueron detenidos el pasado 13 de abril por su supuesta responsabilidad en los destrozos en un edificio del Poder Judicial atacado con bombas molotov por encapuchados tras una protesta de la oposición.

El encarcelamiento y la liberación de los políticos detenidos forma parte de las negociaciones que llevan a cabo el gobierno y la oposición en República Dominicana, para resolver la grave crisis política y económica del país, y cuya tercera ronda se llevará a cabo el 11 y 12 de enero próximo. El expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero -quien forma parte de los esfuerzos del diálogo- dijo que la liberación de los presos políticos es un paso adelante para la reconciliación.

Sin embargo, los acuerdos entre el gobierno y la oposición de Venezuela son frágiles y están teñidos de desconfianza. Capriles ha dicho que la vía electoral está cerrada en el país mientras existan presos políticos y su inhabilitación para participar en los procesos electorales lo mantenga al margen de cualquier contienda.

Hasta ahora, Maduro va ganando la batalla.