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Los fanáticos en la Eurocopa

Además de otras violencias, como la muy deplorable ocurrida en Orlando, Florida, durante el fin de semana, tuvieron lugar otros enfrentamientos como el de los fanáticos futboleros de las escuadras rusa e inglesa participantes en la Eurocopa.

Las calles y el estadio Vélodrome de Marsella fueron los escenarios de diferentes escaramuzas que dejaron algunos heridos como saldo y un ambiente de terror en la ciudad. Reaparecieron los hooligans, que, controlados en Gran Bretaña, hicieron gala de una violencia inaudita frente a la igualmente violenta porra de Rusia.

¿Puede la ciencia arrojar luz sobre las causas de la violencia de estos fanáticos? Probablemente sí.

Rita Levi-Montalcini es el nombre de la mujer que en 1986 se hizo acreedora, junto con Stanley Cohen, al premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del factor de crecimiento neural (NGF por sus siglas en inglés Neural Growth Factor). Se trata de una sustancia conocida actualmente como neurotrofina que participa en el desarrollo, diferenciación, crecimiento y supervivencia de las neuronas periféricas y del sistema nervioso central durante el desarrollo y la vida adulta. Todas las neurotrofinas son proteínas cuyo descubrimiento abrió campos diversos y fértiles de investigación como los cambios degenerativos relacionados con la demencia senil y los tumores.

La Dra. Levy-Montalcini falleció en Roma a los 103 años de edad el 30 de diciembre de 2012. Poco antes de cumplir 100 años y absolutamente lúcida, en el mes de abril del 2009, dijo en una entrevista realizada por Miguel Mora para el El País: Hay peligro de que vuelva el fascismo porque “…en los momentos críticos prevalece más el componente instintivo del cerebro, que se camufla de raciocinio y anima a los jóvenes a razonar como si fueran parte de una raza superior”.

La investigadora sostenía la tesis de que el cerebro límbico -esto es, el hemisferio derecho-, no había presentado un desarrollo somático ni funcional y, sin embargo, seguía prevaleciendo sobre el hemisferio izquierdo. “Es la parte instintiva, la que sirvió para hacer bajar al australopithecus del árbol y salvarle la vida. La tenemos poco desarrollada y es la zona a la que apelan los dictadores para que las masas les sigan. Todas las tragedias se apoyan siempre en ese hemisferio que desconfía del sujeto diferente”.

En una de las sedes francesas de la Eurocopa, los australopithecus se bajaron de nuevo del árbol y no precisamente para salvar sus vidas. Vaya reaparición.

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