El Grito de hoy en la noche tendrá muchas facetas. Por una parte, será la ocasión propicia para expresar el enojo de la población. Mucho antes de la ceremonia de las 11 de la noche, una marcha arrancará del Monumento a la Independencia y recorrerá el Paseo de la Reforma y la avenida Juárez hasta llegar al Zócalo de la Ciudad de México. Pero no será la única. Habrá marchas y bloqueos en Periférico Sur, la colonia Álamos, la Ribera de San Cosme, la colonia Roma, la avenida División del Norte y en Tulyehualco. En total, serán 11 manifestaciones.
En las Delegaciones de la ciudad, se esperan los espectáculos musicales acostumbrados, y las luces multicolores de siempre. Los niños sonreirán con las bocas llenas de dulces. Las familias vibrarán al son de la Sonora Dinamita y los gritos de los delegados.
Por otro lado, ante la amenaza de un mayor número de accidentes, el alcoholímetro incrementará su horario. El programa Conduce sin Alcohol pasará revista a las zonas de restaurantes donde la ceremonia del Grito pueda desembocar en otro tipo de gritos. Cabe señalar que el programa del alcoholímetro constituye uno de los pocos mecanismos donde la ley efectivamente se cumple. Los choferes pasados de copas no se salvan de acabar detenidos. No importa si llevan relojes Relox o charolas de diputados. Aquí no hay influencias ni mordidas.
Las autoridades informaron que más de 4,500 policías se encargarán de la vigilancia en la capital, y que en el Zócalo estarán en coordinación con el Estado Mayor Presidencial. Y esto, que parece una garantía de unos festejos alegres y en paz, no lo es. Basta que algún grupo de los autodenominados anarquistas o cualquier grupo de provocadores encienda la mecha para que los festejos acaben en enfrentamientos.
Finalmente, en algunos lugares del país se dará el grito del silencio. En el municipio de José Azuelta, en la cuenca del Papaloapan en Veracruz, el doctor José Roberto Valderrama, director del Hospital Regional, fue asesinado por un comando armado que lo emboscó en el centro del pueblo. Hubo también tres secuestros. El clima fue tan tenso que tuvo que entrar el ejército. El presidente municipal y su cabildo decidieron suspender tanto el Grito de hoy en la noche como el clásico desfile del 16 de septiembre.
Hay un México que grita. Y hay otro que calla.