Parece la última versión de la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin, pero en California ya hay un robot que hace pizzas. Bueno, más bien ayuda al resto de los humanos de la cocina a preparar las pizzas. El robot se llama Marta, y es la última contratación de una pequeño restaurante llamado Zume Pizza, en el poblado de Mountain View, donde vivió Steve Jobs y actualmente tiene su sede la firma Google.

El robot aún no aprende a hacer la masa, pero es capaz de colocar la salsa, extenderla con toda delicadeza por la superficie de la pizza, y colocarla cuidadosamente en el horno. En la empresa laboran 12 trabajadores que aún no pierden su empleo y se jactan de hacer la masa, espolvorearle queso y acomodar los ingredientes para tener un menú bastante amplio y satisfacer los paladares de toda la clientela.

Otro activo de Zume Pizza es la entrega de pizzas recién salidas de la estufa, porque cuenta con un camioncito lleno de hornos que es capaz de entregar las pizzas humeantes en la puerta de cada casa que las solicita. El servicio de entrega es gratuito, y no admite propinas.

Todo esto, que parece la última llamarada del capitalismo para automatizar la elaboración de comestibles, no es sino el último grito de auxilio de una pequeña empresa de pizzas para poder competir con los gigantes que dominan el mercado, que son Pizza Hut, Domino´s y Papa John´s.

Sin embargo, las grandes empresas no se quedan atrás en materia de avances tecnológicos. Mientras Pizza Hut en Asia tiene ya robots que sirven de cajeros a los clientes, Domino´s Australia está probando carritos automáticos capaces de entregar sus pizzas a 10 kilómetros a la redonda.

Una de las profecías del capitalismo empieza a tomar cuerpo: el desplazamiento de los trabajadores por las máquinas. Pero aún hay límites. Los robots no aprendido todavía el arte de hacer tacos.