«Nunca más se va a abusar del poder en este país», dijo Xiomara Castro al conocer los resultados preliminares que la ubican a la cabeza de la carrera presidencial por la presidencia de Honduras.
Castro, una mujer sin cargos políticos previos a sus 62 años, alcanzó 20 puntos porcentuales de ventaja por encima del candidato del Partido Nacional oficialista al contabilizarse más de la mitad de las actas de votación. Los resultados de los comicios del pasado domingo reflejan el repudio a 12 años de gobierno del Partido Nacional, caracterizado por la corrupción, el desmantelamiento de las instituciones democráticas y acusaciones de nexos con el narcotráfico.
Sin embargo, La candidatura de Castro estuvo moldeada por su matrimonio con Manuel Zelaya, un terrateniente adinerado de Honduras y expresidente que fue depuesto por un golpe militar en 2009 luego de intentar emular las políticas de Hugo Chávez, quien entonces era presidente de Venezuela.
Zelaya, quien sigue siendo un personaje polarizador en Honduras, es el fundador y líder del partido político de Castro y ha fungido como su jefe de campaña. De confirmarse su victoria, se espera que ocupe un papel protagónico en el gobierno liderado por Castro, quien desde el golpe estuvo viviendo en gran parte fuera de Honduras.
La posibilidad de un gobierno liderado tras bambalinas por Zelaya podría generar tensiones con los partidarios más conservadores de Castro, quienes votaron por ella para sacar a Hernández pero están inquietos sobre la posibilidad de que Honduras renueve su alianza con Venezuela y Cuba.
Las ambiciosas propuestas socialistas de Castro también podrían complicar las relaciones con Estados Unidos, país al que muchas personas en Honduras culpan por haber respaldado las controversiales elecciones que llevaron al Partido Nacional al poder después del golpe de Estado.
“Hoy el mismo Estados Unidos entendió que sectores de su gobierno han llevado al país al abismo”, dijo Zelaya, refiriéndose a los años que siguieron al golpe de Estado. “Esperamos que la administración de Biden haya aprendido la lección y pueda trabajar con nosotros”.
En su plataforma electoral, Castro llamaba a crear una Asamblea Constituyente para reescribir la Constitución. El esfuerzo de Zelaya, mientras estuvo en la presidencia, de crear una nueva constitución fue una de las razones principales del golpe por parte de las élites conservadoras militares y empresariales, que temían que un gobierno de izquierda se consolidara en un país que se había aliado profundamente con Estados Unidos.
(En la fotografía: Xiomara Castro en un mitin)