El chita es el animal más veloz sobre la tierra. Alcanza una velocidad de 115 kilómetros por hora al perseguir a sus presas. Recorre distancias enormes, y sus ecosistemas se extienden por el alcance de sus patas. Su carrera de caza es uno de los espectáculos más hermosos del mundo animal. Distingue a sus presas desde los árboles, desciende lentamente a la tierra, y aproximadamente a de 50 metros de distancia de sus presas inicia una carrera que alcanza más de 90 kilómetros por hora en menos de 5 segundos.

El chita habita al sur del desierto de Sahara en África, principalmente en Sudán, Chad y Somalia; también al norte de Níger y al sur de Argelia. Se alimenta de gacelas, impalas, conejos, jabalíes, cebras y antílopes.

Recientemente, la Sociedad Zoológica de Londres emitió un llamado de alerta: esta especie de felinos está desapareciendo. Sólo quedan 7,200 chitas, y su población se reduce a gran velocidad. Los que viven en los zoológicos están a salvo, pero los que siguen en la naturaleza ven sus hábitats reducidos. Más del 90% de sus hábitats -que deben ser enormes para sus largas carreras- han sido reducidos por la deforestación y la cacería humana. El chita compite con el hombre por los animales que constituyen sus alimentos.

El chita es más rápido, sí, pero no tanto como la bala del hombre.