Las últimas demostraciones del Estado Islámico, que ha tomado la batuta dejada por Al-Qaeda como líder del terrorismo en el mundo, han levantado un oleaje de furor y alarma en las naciones occidentales. Las decapitaciones de los periodistas James Foley y Steven Sotloff, subidas a los videos de Youtube y precedidas de una arenga contra Barack Obama -donde lo inculpan de sus muertes-, son una muestra del exhibicionismo sanguinario que pretende sembrar el terror con nuevas amenazas de venganza.
En la víspera del décimo tercer aniversario luctuoso del avionazo contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Presidente Obama dará el miércoles un mensaje de su respuesta a los terroristas. Algo de su estrategia se ha dejado ver en una entrevista que tuvo con la cadena NBC. No se utilizarán tropas de asalto contra ningún país. No se pondrá en riesgo a la población civil. Se dará una respuesta buscando exclusivamente a los miembros del grupo terrorista, reduciendo su campo de acción y utilizando medidas de inteligencia como las que dieron muerte a Osama Bin Laden. No habrá invasiones, pero sí capturas o muertes de los cabecillas del grupo.
Obama dijo también que no solicitará la autorización del Congreso. Que espera que los legisladores entiendan la magnitud del peligro.
Si todo sale como lo planea, en las próximas semanas tendremos noticias de nuevos líderes terroristas muertos. Y con eso, el presidente habrá dado un golpe maestro para ganar votos en las elecciones de noviembre.