El gobierno de Donald Trump los ha activado. Ahora los supremacistas de Estados Unidos tienen un líder, alguien que convierte en políticas públicas sus ideas. La construcción de un Muro en la frontera con México, la prohibición de ingreso para los ciudadanos de varios países árabes, el rechazo  y el insulto diario a otras naciones y la negativa de contemplar a Estados Unidos como una nación diversa e incluyente son algunas de las políticas que respaldan sus catecismos.

The New York Times publicó un reportaje sobre Elliott Kline, también llamado Ely Mosley, uno de los líderes que orquestaron los lamentables sucesos racistas de Charlottesville, Virginia, donde un supremacista arrolló con su automóvil a varios manifestantes contra el racismo. El reportaje se centra en un detalle en el que toda la ideología de este líder cae bajo su propio peso. Resulta que todo lo que dice de sí mismo es una mentira. No estudió en las escuelas que dijo haber estudiado. No se graduó en ninguna academia militar. Jamás fue a la guerra. Lo único cierto es que, al igual que Hitler y todos los que se convirtieron en adalides del odio racista y el amor a la guerra, su infancia estuvo marcada por los rechazos afectivos y el fracaso social.

Tal vez el líder que sostiene con mayor claridad la ideología de la supremacía blanca sea Jared Taylor, cabeza del Consejo de Ciudadano Conservadores y editor de la revista Renacimiento Americano, quien sostiene que ha llegado la hora de convertir a Estados Unidos en una nación exclusiva de blancos. ¿Por qué? Porque los blancos son superiores a las demás razas. Porque el coeficiente intelectual de los negros es menor que el de los blancos. Porque los latinos acostumbran vivir con pollos en los patios traseros de sus casas. Porque la estatura de los pigmeos denota que son inferiores. Todo eso lo dijo en una entrevista que le dio al periodista Jorge Ramos hace un par de años. Como colofón, de la plática, le dijo que no quería que como mexicano estuviera en su país.

¿Cuál es el fondo de todo esto? El miedo. El odio. Y el deseo de venganza.

Las estadísticas dicen que los blancos serán minoría en Estados Unidos a mediados del presente siglo.