Detrás de Spotlight, la película ganadora del Óscar, hay una historia de ultrajes, encubrimiento e hipocresía. En 1982, una creyente católica de Boston llamada Margaret Gallant envió una carta al Cardenal Humberto Sousa Medeiros diciéndole que ella seguía siendo una católica ferviente a pesar de que 7 niños de su familia