La prestigiada revista británica The Economist ha emitido su voto, y llama a todos los electores a votar por Hillary Clinton para la Casa Blanca. Dice, sobre todo, que hay que impedir la llegada de Donald Trump. Sostiene que es un candidato «horrible», sobre todo si se piensa que puede ser el jefe de las fuerzas armadas del país más poderoso del mundo, y que tendría la capacidad de apretar el botón de los arsenales atómicos.

The Economist afirma que Hillary Clinton está mucho mejor preparada, y que «es mejor candidata de lo que parece.» Su rival, según la revista, ha hecho estallar las tensiones raciales en su país, y sería una amenaza para el mundo.

Dice la revista que no apoya a Hillary simplemente para no apoyar a Trump. The Economist piensa que, al ser la primera mujer presidenta de su nación, puede hacer muchas pequeñas acciones en beneficio de toda la gente. Pocos reparan en ese detalle. Y eso es sintomático. Cuando Barack Obama llegó a la presidencia, el dato relevante era que se trataba de un negro. Pero ahora nadie subraya que se trata de una mujer. Eso revela, en primer lugar, que el racismo no se ha acabado. Y en segundo lugar, que el machismo tiene cuerda propia.

Sabemos que The Economist, como revista, no vota. Además es inglesa. Pero tiene 1.5 millones de lectores en todo el mundo, muchos de los cuales son muy influyentes. Como corriente de opinión, The Econosmist sí vota.