Se llama Brian Mast. Ahora es un hombre mayor, y sirve a su país como diputado republicano por el estado de Florida. Es un hombre sin piernas, y con un muñón en la mano. Dice que los 12 años más importantes de su vida los pasó en el ejército, como técnico de armas, en cuyas labores tuvo una serie de explosiones que lo dejaron lisiado. Peleó en Afganistán, donde llevaba un rifle de asalto muy parecido al que usó Nikolas Cruz para perpetrar la reciente matanza en el colegio de Parkland, Florida.
En un artículo de The New York Times, Bian Mast sostiene un punto de vista que lo distingue del resto de los políticos de su especie. Dice que ama las armas, y que siendo pequeño su padre le dio sus primeras armas y lo suscribió a la Asociación Nacional del Rifle. De todo ello se siente muy orgulloso. Luego se fue a la guerra, y entró en combate con los enemigos de su país. Vivía enamorado de su rifle de asalto, lo conocía mejor que todos sus amigos, y precisamente por eso ahora está contra la venta al público de semejante armamento. Dice que es un arma mortal, capaz de matar en serie, y que por ello no debe estar al alcance de cualquiera. Mucho menos de los que tienen personalidades sicópatas -como Nikolas Cruz.
«Yo estoy totalmente a favor de la Segunda Enmienda -dice enfáticamente al referirse al derecho de defenderse que le otorga la Constitución de Estados Unidos a cada individuo-, pero no puedo permitir que los rifles de alto poder se utilicen para matar a los niños que juramos proteger cuando estábamos en el ejército».