Hace unos días, los científicos de la Organización Mundial de la Salud designaron a una nueva variante descubierta en el sur de África como «preocupante», que es la categoría más grave que contempla este organismo para las variantes del coronavirus.
Este calificativo, anunciado luego de una reunión de emergencia de dicha organización, se reserva para las variantes peligrosas que pueden propagarse con rapidez, causar daños importantes o reducir la efectividad de las vacunas o los tratamientos. La última variante del coronavirus en recibir esta denominación fue la delta, que apareció en el verano y ahora está presente prácticamente en todos los casos de Covid en Estados Unidos.
La OMS señaló que esta nueva versión del virus, llamada ómicron, muestra una gran cantidad de mutaciones genéticas que pueden facilitar su rápida propagación, incluso entre las personas vacunadas.
Varios científicos independientes coincidieron en que se debía prestar atención urgente a ómicron, pero también señalaron que se requieren más investigaciones para determinar la magnitud de la amenaza.
“Los epidemiólogos están tratando de evitar que nos alarmemos”, señaló William Hanage, investigador en salud pública de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. “…pero no sabemos lo suficiente como para adelantarnos a los acontecimientos”.
Hanage y otros investigadores señalaron que es muy probable que las vacunas brinden protección contra la variante ómicron, pero que se necesitan más estudios para determinar en qué porcentaje se vería reducida la efectividad de la vacuna.
Cuando el coronavirus se replica dentro de las personas, las mutaciones son constantes.
Ómicron apareció por primera vez en Botsuana, África, donde los investigadores del Laboratorio de Referencia Botsuana-Harvard para Estudios del VIH en Gaborone secuenciaron los genes del coronavirus a partir de muestras de personas que habían dado positivo por el virus (En la fotografía, aparece el proceso de vacunación en el sur del continente). Encontraron algunas muestras que compartían cerca de 50 mutaciones que nunca se habían hallado en esa combinación. Según una base de datos internacional de variantes, hasta el viernes, seis personas en Botsuana habían dado positivo por ómicron. Por el momento, no existen pruebas de que la enfermedad causada por la ómicron sea más grave que la que provocan las variantes anteriores. Tampoco se sabe aún la rapidez con que puede transmitirse de una persona a otra.
La carrera contra el nuevo virus se ha iniciado. El laboratorio Moderna declaró que podría modernizar su vacuna contra el nuevo virus en dos meses.