«Ustedes los gobernantes son los culpables de perpetuar y defender los dañinos sistemas del colonialismo, la opresión y el capitalismo», les dijo Xiye Bastida, una joven otomí a un amplio grupo de mandatarios del mundo reunidos de manera virtual en la Cumbre Climática el pasado 22 de abril, Día de la Tierra. En total, eran 40 líderes y presidentes de países, entre los que se encontraban Vladimir Putin, de Rusia, Joe Biden de Estados Unidos y Xi Jing Ping, de China.

“Ustedes son los naífs, si creen que podemos sobrevivir a esta crisis con la forma de vida actual. Ustedes son los pesimistas, si no creen que tenemos lo que hace falta para cambiar el mundo”, sentenció. Y agregó: «Tienen que reconocer que la era de los combustibles fósiles ya se acabó.»

La joven otomí cerró su discurso pidiendo a los mandatarios que «dejen de programar cumbres sobre lo que tiene que cambiar, porque las soluciones están claras y sólo queda implementarlas; asumir el problema como una cuestión de justicia social y entender que, para impulsar el desarrollo de las grandes potencias, se han creado zonas de sacrificio en el sur del planeta y en las comunidades negras y latinas en el norte.»

Fue el discurso más aplaudido, aunque haya sido de manera virtual.