El secretario de hacienda Luis Videgaray anunció un nuevo recorte presupuestal de 31, 714 millones de pesos que afectará principalmente a los ramos de educación y salud, con mermas de 6, 500 millones para cada uno. A la secretaría de agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación se le reducirán 4, 250 millones de pesos; 3, 100 millones al ISSSTE; 2,174 a la SCT; 1,800 al CONACYT; 1, 664 a la secretaría del medio ambiente; 1, 550 a la secretaría de desarrollo social; y 1,088 millones de pesos a la secretaría de gobernación. Los ajustes se concentrarán en el gasto corriente (91.7%), en mayor medida, y en el gasto de inversión (8.35%) el menor porcentaje.
Es posible que el recorte se hubiera realizado aún cuando no mediara un pretexto como el del Brexit, pero frente a la incertidumbre que generó este evento en los mercados del mundo, le vino como anillo al dedo. La verdad es que los mexicanos no sabemos más que lo obvio respecto a la economía de nuestros país: recortes, falta de crecimiento, aumento de la pobreza, más austeridad, endeudamiento, etcétera.
El tema del Brexit también sirvió para pasar a segundo plano la noticia sobre el veto que Enrique Peña Nieto hizo valer para el artículo 32 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas que forma parte del Sistema Anticorrupción. Dicho artículo, que será modificado, hacía obligatorias las declaraciones, patrimonial y de intereses para “Cualquier persona, física y moral que reciba y ejerza recursos públicos”. Hubiese sido buena oportunidad para volver a discutir el artículo 29 de la misma Ley que no dejó pasar como obligatoria para todos los funcionarios, la presentación pública de tres declaraciones: patrimonial, fiscal y de intereses.
Difícilmente el Brexit dará para más como pretexto para el anuncio de medidas que tocaría al gobierno hacer transparentes y comprensibles ante la ciudadanía.