En Austria las elecciones del próximo domingo pueden darle el triunfo a Norbert Hofer, el candidato presidencial del Partido de la Libertad de Austria, una organización derechista que recuerda el surgimiento del nazismo en ese país. Hofer ganó la primera vuelta con el 35% de los votos, y el panorama hacia el triunfo lo tiene claro. Los partidos opositores se han debilitado notablemente, y el actual canciller socialdemócrata acaba de renunciar.

Lo que sucede en Austria puede ser la punta del iceberg de un fenómeno global. Dentro de un mes, los ingleses pueden votar su salida de la Unión Europea; en noviembre Donald Trump puede llegar a la Casa Blanca; dentro de un año Marine Le Pen puede convertirse en la primera presidenta de Francia. Los nubarrones de la derecha se pasean por los países escandinavos, Alemania, Dinamarca, Hungría, Polonia y Eslovaquia.

Detrás del resurgimiento de la derecha está la cerrazón de los países a la emigración desatada por la guerra en los países árabes, el desempleo creciente y la insatisfacción de las clases medias de Europa; pero también descansa en la retórica nacionalista de Donald Trump.

Algunos analistas atribuyen el fenómeno a la teoría del péndulo. De acuerdo a ella, las inclinaciones políticas del orbe gravitan hacia la derecha, después del triunfo del socialismo en Francia y el ascenso de Barack Obama a la Casa Blanca. Pero otros dicen que se trata de una amenaza mundial que se cierne sobre los países desarrollados, que puede desembocar en un renacimiento del fascismo y nuevas guerras.

(Con información del New York Times)